"Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí" (Confucio)
Si la cabeza es el timón y el corazón el motor, los motivos son la gasolína.
"Optimista es el que os mira a los ojos, pesimista es el que os mira a los pies" (Chesterton)
Si sabemos distinguir que una cosa es lo que nos apetece y otra cosa distinta es lo que queremos, ya tenemos a la distracción medio derrotada.
Despliega las respuestas para ver la valoración razonada de cada una de ellas
Regular
Aprender implica estudiar, por supuesto, pero no basta con estudiar para aprender.
Regular
Realmente es necesario entender y retener lo que se quiere aprender, pero eso sólo no es suficiente.
Bien
Exacto, cuando puedes hacerlo, es cuando lo has aprendido. Las personas somos felices haciendo cosas útiles. La mayor parte de lo que estás estudiando, te servirá para poder hacer lo que te propongas ahora, dentro de poco, o más adelante. Entonces entenderás, del todo, por qué lo estudiabas.
Mal
Mira a tu alrededor ¿de verdad crees que la gente se deja la piel para progresar en su campo sólo cuando tiene ganas? Sin ganas, cuesta algo más, pero se puede aprender.
Bien
Exacto y por tanto los motivos nos pueden mover desde la cabeza y el corazón.
Bien
Así es. Podríamos decir que los motivos los elegimos nosotros, las ganas nos eligen ellas a nosotros. También es cierto que, teniendo los motivos claros, es más fácil que vengan las ganas.
Es cierto que, en esta vida, las cosas que valen la pena sólo se consiguen si se quieren de verdad, pero a veces no basta con querer, también hay que saber.
Bien
Así es. Si estamos atentos para detectar que se nos está ocurriendo algo que nos puede llevar a dejar el trabajo que estamos haciendo. Si distinguimos que una cosa es lo que nos apetece y otra cosa es lo que queremos, ya tenemos a la distracción medio derrotada.
Regular
Esa es una muy buena idea, pero tenemos que estar preparados para que, a pesar de todo, aparezcan distracciones.